martes, 18 de marzo de 2014

EL PRIMER DÍA DE CLASES

El primer día de clases es un hito en la vida del niño(a) que se siente grande porque empieza el colegio donde aprenderá a leer y escribir. Sin embargo, se trata de una situación nueva que lo puede asustar. Entonces es común ver escenas de llanto desesperado y de padres que no saben si irse con sentimientos de culpa o quedarse hasta que su pequeño deje de llorar.


Les dejamos una serie de recomendaciones a tomar en cuenta el primer día de clase de sus hijos:


-       La mejor forma es preparar a nuestros hijos los días previos, contándoles lo que les pasará, a quienes conocerá y con entusiasmo enseñarles el colegio o nido en el que se quedarán.
-       Contarles nuestras experiencias en el colegio o de los hermanos.

-       Mostrarles tranquilidad y empatía. Uno puede calmar sus temores diciéndole: "yo sé qué es difícil porque no conoces a nadie, pero las profesoras te van a cuidar y pronto vas a tener muchos amigos”.

-       Manejar con serenidad su llanto desesperado, tratando de consolarlo.

-       Cuando termina el primer día hay que mostrarse interesados por lo que el niño hizo y seguir reforzándolo positivamente. Decirle por ejemplo, "qué lindo lo que pintaste, mañana vas a aprender otras cosas bonitas". Al día siguiente, y durante el resto de la semana, hay que mantener la actitud positiva y de calma cuando se le va a dejar.
-       El período de adaptación suele durar una semana, con una eventual recaída el lunes siguiente tras el fin de semana con los padres. Si a las dos semanas el niño continúa con llantos, se trata de problemas más serios de angustia de separación, por lo que es recomendable consultar a un psicólogo especialista.


MI HIJO NO SE ADAPTA AL COLEGIO


 


Dado que los niños/as de 03 años es la primera vez que se incorporan al mundo escolar, sufren una separación importante. Se rompe ese lazo afectivo con la figura de apego, originándose un conflicto, que el mismo niño aprende poco a poco a asimilar, mediante el proceso de adaptación. Dicho proceso permite al niño(a) que acepte la ruptura de ese lazo.


Es importante que los padres ayuden en este proceso de adaptación para que los primeros días de escuela no sean traumáticos, para ello deben asumir la separación, sus temores, expectativas, su ansiedad, su seguridad o inseguridad en la decisión que han tomado y su grado de confianza en las posibilidades del niño y las garantías del centro educativo elegido. Estos sentimientos cuando no son adecuadamente manejados por los padres, son captadas por su hijo(a) respondiendo a ellas de forma negativa.


La misión de los padres es facilitar la adaptación al mundo escolar, pero el niño es el que tiene que superar la dificultad del cambio y aceptar la situación escolar, asumir nuevos tipos de relación entre él y los demás niños y adultos. Sin embargo, cuando nuestro niño no afronta de manera positiva estos cambios, lo manifiesta con sentimientos de ansiedad a la separación, de miedo, celos y se ven invadidos de sentimientos de abandono, alteraciones de sueño, de alimentación, llantos incontrolados, agresividad o pasividad marcada, dificultades en la interacción, etc.

Es importante acudir a psicólogos especialistas si observamos que estos cambios de comportamiento en nuestros pequeños se mantienen o intensifican durante meses, pues estaríamos frente a un problema de ANSIEDAD A LA SEPARACIÓN, el cual debe ser tratado oportunamente.